¡Por fin los tuvimos!
Grandes, con una historia importante, con espléndida generosidad para estar con sus amigos. Suburbano. Luis Mendo y Bernardo Fuster, enormes músicos, grandes personas, comprometidos.

Echaron de menos al grupo, “¿dónde está la batería?”, pero sin problemas hicieron una demostración de lo que son, encantados del nuevo formato, no por más sencillo menos exigente, sino todo lo contrario.
Para algunos de los asistentes fue un descubrimiento saber que eran los compositores de canciones tan conocidas como Arde París, La Puerta de Alcalá o Makinavaja, reconociendo valores en el original que se perdían en las versiones más comerciales que se han hecho famosas.

Hicieron un recorrido bastante representativo por sus temas, comenzando por algunas de las composiciones dedicadas a los piratas que, fíjate tú, había quien quería entender como metáforas de la sociedad actual. Y pasando luego por temas tan espléndidos como Ausencia, sorprendente poema, plenamente vigente, de Lope de Vega.
Llegó el final, claro, un final que nadie quería. Podríamos haber estado horas y horas acompañados por la música y la presencia de Bernardo y Luis, de los Suburbano.
Otro encuentro entre amigos que se añade a la historia de los acontecimientos que nos están marcando, con la que estamos disfrutando de una calidad y una emoción que atesoramos en la memoria y la retina.

La sobremesa fue igualmente entrañable, con muchas risas, acompañados de músicos como Cuco Pérez y Gaspar Payá que muy pronto van a estar actuando para nosotros, o Javier Bergia, que estuvo especialmente fino con sus divertidas anécdotas imposibles.
Gracias, Luis, Bernardo, gracias a todas las personas amigas que nos van acompañando.
Gracias, Luis, Bernardo, gracias a todas las personas amigas que nos van acompañando.
Fotografías de Begoña Cano-Manuel, Eugenio Rodríguez y Rocío Gimenez