
Con la misma facilidad con que se sacó una botella de vidrio de un zapato, Luis Boyano se metió en el bolsillo a quienes tuvimos la suerte de compartir una noche de magia y risas el pasado verano.
Después Luis ha ido haciéndose hueco en nuestros corazones, ejerciendo de maestro de ceremonias y sumándose como uno más a alguno de nuestros encuentros entre amigos.
Pues bien, tanto para quienes ya le habéis visto en acción como para quienes aún no habéis tenido la oportunidad de alucinar y reir como pocas veces se puede hacer, Luis ofrecerá una nueva velada mágica que, no nos cabe duda, nos impresionará a todos.
Queda asegurado que, durante un buen rato y aún después de su actuación, nos sentiremos con esa ligereza y buen humor que sólo los grandes consiguen transmitir.
Es un lujazo contar con él fuera de los escenarios, de cerca y entre amigos.