Javier disfruta como un chiquillo haciendo canciones, y eso se traslada y contagia inmediatamente a quienes le escuchamos. En realidad es un disfrutador nato, que pone su alma en cuanto hace. Vivir un concierto de Javier Maroto aligera el espíritu y nos da una visión de esa Canción de Autor que huye de tópicos. Comprometido, reivindicativo, pero con un punto de humor e ironía que mantiene en perfecto equilibrio.
Como el que no quiere la cosa, fue jugando en un tránsito de menos a más, creciendo con cada tema que interpretaba.
Tras una primera parte suave, con temas más intimistas, ¿más trascendentes?, llegó la parte contratante, la segunda, llena de experimentos incluso lingüísticos, más locos, más divertidos, donde da la vuelta a todo. Sus escarceos con el folklore que le descubrió Eliseo Parra. Su humor sin cortapisas . Su personalidad.
Temas de sus cuatro discos, sobre todo del último, esa delicia de álbum cuyo título lo dice todo:
AMA
Tras una primera parte suave, con temas más intimistas, ¿más trascendentes?, llegó la parte contratante, la segunda, llena de experimentos incluso lingüísticos, más locos, más divertidos, donde da la vuelta a todo. Sus escarceos con el folklore que le descubrió Eliseo Parra. Su humor sin cortapisas . Su personalidad.
Temas de sus cuatro discos, sobre todo del último, esa delicia de álbum cuyo título lo dice todo:
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Javier Maroto se hizo socio cuando nos encontró. Hizo suya la idea de Kali Panoa, el concepto de encuentros compartidos, cercanos, el compromiso con la cultura y, especialmente, con la música.
Nos pidió que lo que pudiéramos dar por su concierto, se destinara a ayudar a la compra de un proyector para la Asociación. Contar esto no es gratuito, habla de su corazón, de su naturaleza buena. Por eso también le queremos.
Pero volviendo al atractivo concierto de Javier Maroto, demuestra en las canciones su afán por beber de las fuentes, la rebeldía para no encasillarse en una determinada manera de afrontar la composición, su calidad de músico, su capacidad creativa
Nos pidió que lo que pudiéramos dar por su concierto, se destinara a ayudar a la compra de un proyector para la Asociación. Contar esto no es gratuito, habla de su corazón, de su naturaleza buena. Por eso también le queremos.
Pero volviendo al atractivo concierto de Javier Maroto, demuestra en las canciones su afán por beber de las fuentes, la rebeldía para no encasillarse en una determinada manera de afrontar la composición, su calidad de músico, su capacidad creativa
Como se celebraba simultáneamente el cumpleaños de Víctor, un momento emotivo fue el regalo que le hizo el artista con una canción dedicada a la sala Elígeme. Otro momento, ya ante la tarta, fue el tema en swahili que interpretó Ann Owiti, una joven keniata, con Merche Claudín a la flauta y Javier Maroto a la improvisada guitarra.
Un bello concierto que contó con una larga sobremesa de más canciones y charleta, como es habitual entre los que permanecen.
Un bello concierto que contó con una larga sobremesa de más canciones y charleta, como es habitual entre los que permanecen.