Todas las imágenes de esta página han sido realizadas por Rafael Arroyo
Ni empezamos en punto ni eran las dos, pero nos divertimos a lo grande, no sólo con el doble concierto, fantástico, también con la conversación posterior, animada y nuevamente cantora.

Primero comenzó Manu Clavijo, a pelo, sin micro, tal cual. Sus “fans” ya le pidieron temas desde antes de que se pusiera a cantar y a explicar sus composiciones. Manu es un músico formidable, por eso no para quieto y su presencia siempre enriquece cualquier concierto con esa forma tan suya, como sin querer hacerse notar.
Es, también, un cantautor original, de canciones breves (eso sí), pero contundentes, en las que se desnuda sin el menor pudor, divertidas, sí, a veces. Otras parece lo que no es o no es lo que parece y asoma esa marea subterránea y dura, que siempre nos deja con la boca abierta y el alma y el cerebro en un “y ahora a ver qué hago con esto que acabo de escuchar”. No, Manu no pasa sin dejar su huella: Se miró al espejo y solo vio un cristal pintado de negro…
Su último disco “A rastras mal y tarde” es un pequeño tesoro que conviene tener a mano.
Es, también, un cantautor original, de canciones breves (eso sí), pero contundentes, en las que se desnuda sin el menor pudor, divertidas, sí, a veces. Otras parece lo que no es o no es lo que parece y asoma esa marea subterránea y dura, que siempre nos deja con la boca abierta y el alma y el cerebro en un “y ahora a ver qué hago con esto que acabo de escuchar”. No, Manu no pasa sin dejar su huella: Se miró al espejo y solo vio un cristal pintado de negro…
Su último disco “A rastras mal y tarde” es un pequeño tesoro que conviene tener a mano.

Llegó el turno de Las Dos en Punto, que en realidad es un grupo de tres. Rafa Alba, compositor, letrista y padre. Mila Hidalgo, voz principal y madre. E Inés Alba, hija de ambos, la fantástica segunda voz, o primera, dependiendo del tema. Con el adoptado Manu al violín, haciendo coros puntuales, medidos, perfectamente clavados. Así que cuatro. Una familia cantarina, de Carabanchel. Que hace un pop “de autor” simpático, a veces de callejero madrileño, vitalista, para sentirse bien. Con melodías acertadas y letras amables, aunque no por eso carentes de sentido crítico.
Rafa Alba se sitúa siempre en segundo plano y sin protagonismos, es Mila quien nos cuenta: “Le gusta contar historias urbanas, hablar de cosas cercanas. Sus canciones suelen ser más optimistas que trágicas donde el estilo está al servicio de la historia y no al contrario. Por eso hace rumbas, boleros o cosas más pop sin ningún problema”.
Las dos en punto tienen ya en su haber varios discos, y para los amigos de Kali Panoa hicieron canciones de todos. “Ciudad Lluvia” es su último trabajo, vale la pena escucharlo una y otra vez.
Rafa Alba se sitúa siempre en segundo plano y sin protagonismos, es Mila quien nos cuenta: “Le gusta contar historias urbanas, hablar de cosas cercanas. Sus canciones suelen ser más optimistas que trágicas donde el estilo está al servicio de la historia y no al contrario. Por eso hace rumbas, boleros o cosas más pop sin ningún problema”.
Las dos en punto tienen ya en su haber varios discos, y para los amigos de Kali Panoa hicieron canciones de todos. “Ciudad Lluvia” es su último trabajo, vale la pena escucharlo una y otra vez.
Y después cenamos juntando las mesas, nos reímos, cantamos, charlamos y nos fuimos a la cama con ese agradable sabor de boca que siempre nos deja la cercanía y el buen hacer.
Gracias a todas y cada una de las personas que, con su presencia, hicieron posible una Noche Buena.
Gracias a todas y cada una de las personas que, con su presencia, hicieron posible una Noche Buena.