Navidad con Javier Batanero y Elisa Serna
Daba la impresión de que algunos de los presentes no se lo creían, “esto no puede estar pasando”, parecían decir. Pero era cierto. Por eso reímos, gozamos y nos emocionamos. Nos quisimos más. Sin formalidad, porque no se trataba de ningún concierto al uso.
Consistía exclusivamente en celebrar la Navidad, la transición a un nuevo año. Pero, eso sí, a la manera de Kali Panoa, con cariño, con arte, con memoria, con placer.
Daba la impresión de que algunos de los presentes no se lo creían, “esto no puede estar pasando”, parecían decir. Pero era cierto. Por eso reímos, gozamos y nos emocionamos. Nos quisimos más. Sin formalidad, porque no se trataba de ningún concierto al uso.
Consistía exclusivamente en celebrar la Navidad, la transición a un nuevo año. Pero, eso sí, a la manera de Kali Panoa, con cariño, con arte, con memoria, con placer.

Javier Batanero estaba anunciado. Que sea alguien tan comprometido con la Asociación, con nosotros, no resta un ápice del respeto y el valor que concedemos a cualquier aportación suya.
La idea era que cantara algunos villancicos laicos; esto es, villancicos tradicionales a los que ha puesto una letra bien divertida y actual.
Nos reímos como locos. Pero además hizo alguna otra canción de las que le conocemos, como su espléndida No digo ni pío, que incluimos al final, en una grabación de Rafael Arroyo, al que siempre tenemos dispuesto.
Y nos regaló la primicia de dos de las canciones que está trabajando para el nuevo disco que prepara precisamente en este tiempo. Anunciándonos una presentación para la primavera.

Teníamos dos sorpresas: Elisa Serna y Clara Ballesteros.
Clara no consiguió llegar, muy a su pesar. La esperamos pronto por aquí.
Elisa estuvo, derrochando humanidad y compromiso. Además de una voz que sigue cautivando.
Un pedazo de nuestra historia, de esa que algunos no quieren recordar.
Se atrevió con temas revolucionarios, y con, por ejemplo, canciones de cuna, como las que aquí están. También habló, nos contó episodios de su vida, que ya estaba Batanero presto para tirarle de la lengua.

Era una cena de traje (yo traje una ensaladilla rusa, yo traje una ensalada de remolacha) y hasta hubo concurso de platillos, con regalos.
El primer premio fue para José Luis, precisamente por su ensalada de remolacha excepcional, y el segundo para Marisa y su hojaldre relleno, igualmente para chuparse los dedos.
Los otros participantes merecieron igualmente premio porque todo estaba buenísimo y no sobró ni una miga.
Todo los premios fueron libros, claro, y cayó algún disco para los ganadores, que aquí estamos para fomentar la cultura.
Los amigos de Kali Panoa, una vez más, salieron encantados. Así despedimos este año y confiamos en que el que entra sea notablemente mejor para todos, iniciándose un camino de mayor justicia en este país tan maltratado.
NANAS A CAPELA Y SILLA: ELISA SERNA.
"NO DIGO NI PÍO": JAVIER BATANERO
"BELLA CIAO", versión JAVIER BATANERO